Sarah Bernhardt conversa con William Gladstone en su Exposición en Londres en 1879

René Lelong (1871-1933)
Dahesh Museum of Art

¿Quién no ha oído hablar de Sarah Bernhardt? Fue una de las actrices, o quizá la actriz más famosa del siglo XIX, con reconocimiento en todo el mundo. Su estilo se basaba en la naturalidad, odiaba la sobreactuación y el histrionismo en los que se basaban las normas del teatro francés, y se hicieron muy famosas sus escenas en las que la heroína fallecía, que ella abordaba desde el punto de vista psicológico y sentimental. Pero sus dotes artísticas se manifestaron también a través de la literatura, la pintura y la escultura. En la grisalla que hoy os traemos Lelong la representa junto a una de sus esculturas más exquisitas, 'Después de la tormenta', que ya os habíamos mostrado en Arte XIX.

Después de la tormenta
Sarah Bernhardt (c. 1876)
National Museum of Women in the Arts, Washington D.C.

Sarah Bernhardt fue también empresaria teatral, creando su propia compañía. En 1914 recibió la Legión de Honor, y al año siguiente sufrió un gran percance: había sufrido de niña una fractura en la rodilla que nunca llegó a curarse y que le procuraba grandes dolores; durante una actuación, interpretando 'Tosca' sufrió un accidente que desembocó en la amputación de la pierna. Aún así no se arredró. Continuó actuando con gran profesionalidad tanto en el teatro como para el cine y yendo de gira como siempre hizo, aún cuando siempre sufrió de miedo escénico. A la muerte de la diva, en 1923, se celebró un entierro multitudinario en el cementerio parisino de Père-Lachaise.

Sarah Bernhardt, Félix Nadar (c. 1864)

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